La Plataforma para la Educación Mediática elabora un conjunto de recomendaciones sobre el uso de las pantallas, desde la primera infancia hasta la edad adulta

•    Las recomendaciones se han sintetizado en infografías que la PEM pone a disposición de la comunidad educativa y de las familias

•    La Plataforma, liderada por el CAC, trabaja para incorporar la alfabetización mediática en todos los niveles educativos y en las diferentes etapas de la vida

•    El marco conceptual de estas orientaciones parte del hecho de que las tecnologías no son perjudiciales por sí mismas y es fundamental integrarlas adecuadamente en la educación y en la vida familiar, y siempre con un buen acompañamiento digital

•    Los temas tratados son la integración de tecnologías, el desarrollo de competencias digitales, la prevención de la violencia digital, el modelado de comportamientos saludables por el adulto y el establecimiento de normas de uso consensuadas

La Plataforma para la Educación Mediática (PEM), liderada por el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), ha elaborado un conjunto de orientaciones pedagógicas sobre el uso de las pantallas en las diferentes etapas de la vida, desde la primera infancia hasta la edad adulta. Estas orientaciones han quedado sintetizadas en una serie de infografías con los mensajes principales a tener en cuenta a la hora de educar en la alfabetización digital que la Plataforma pone a disposición de las familias, de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general.

Las orientaciones han sido elaboradas por el grupo de trabajo sobre el uso responsable de las pantallas, integrado dentro de la PEM, durante el curso 2022-2023, grupo de trabajo coordinado por Miquel Àngel Prats, de la Universitat Blanquerna-Ramon Llull, con la participación de Alba Castellví, experta y formadora en alfabetización mediática; Mònica Figueras, de la Universitat Pompeu Fabra; Sara Malo, del ERIDIQV de la Universitat de Girona; Diego Muñoz, de la Cooperativa ACTUA, y Marta Narberhaus, de la Universitat Internacional de Catalunya.

La consejera de Educación en Comunicación del CAC y presidenta de la Plataforma, Laura Pinyol, valora “muy positivamente la reflexión que ha acompañado a este trabajo, porque sintetiza, con ideas claras, debates que son de mucho calado y profundidad, y que, precisamente en los últimos meses, se han situado en el centro del debate público y educativo”.

Miquel Àngel Prats afirma que el grupo de trabajo ha querido priorizar tres ideas claves: “En primer lugar, la importancia de la integración consciente y equilibrada de la tecnología en la educación, fomentando el uso responsable desde la etapa infantil; en segundo lugar, la necesidad de enseñar competencias digitales en todos los niveles educativos, incluyendo la seguridad en línea y la alfabetización mediática; y, en tercer lugar, la voluntad de enfatizar la prevención de la violencia digital y del ciberacoso, promoviendo la concienciación y la educación sobre estos temas tanto para estudiantes como para educadores y también para las familias”.
 
Entender las tecnologías como una oportunidad

Las infografías incluyen recomendaciones generales y específicas para diferentes grupos de edad, desde la primera infancia hasta la edad adulta, tanto en entornos familiares -de ocio- como en centros educativos. Para elaborar estas recomendaciones, el grupo de trabajo ha tomado como base el Pla integral d’atenció a les persones amb salut mental i addiccions  y el informe La protecció dels infants i adolescents de la Sindicatura de Greuges, y las ha enfocado desde la vertiente de la pedagogía positiva, haciendo hincapié en el acompañamiento digital. El marco conceptual parte del hecho de que las tecnologías no son perjudiciales por sí mismas, pero es fundamental integrarlas adecuadamente en la educación y en la vida familiar, siempre con un buen acompañamiento digital, es decir, una relación activa y constante que establezca criterios reconocidos en su uso y el establecimiento de límites.

Los centros educativos son espacios esenciales para educar sobre el uso de entornos digitales, prevenir sus riesgos y, al mismo tiempo, aprovechar sus oportunidades. Esto no se limita a adquirir habilidades técnicas, sino que también deben fomentarse usos éticos, respetuosos, autónomos y comprometidos. Aun así, las competencias digitales son indispensables para la interacción normalizada en la sociedad actual, competencias que se despliegan en cuatro dimensiones: en primer lugar, como instrumentos y aplicaciones, tratamiento de la información y organización de los entornos de trabajo y de aprendizaje; en segundo lugar, en el ámbito de la comunicación interpersonal y la colaboración; la tercera área comprende hábitos y civismo, y la cuarta, identidad digital.

Para Pinyol, “es imprescindible que entendamos que las tecnologías no son en sí mismas el problema o la solución” y por ello hay que insistir en la idea de que “la alfabetización mediática puede parecer un concepto muy complejo, pero, en síntesis, trata de transmitir pautas, valores y límites, como hacemos en todas las acciones educativas, tanto desde casa, cuando la responsabilidad es de las familias, como desde el entorno escolar, donde este uso recae en los equipos docentes, y aprender al mismo tiempo a identificar el lenguaje y el código audiovisual para descifrar los mensajes, los discursos y las inducciones del entorno digital”.   

Prevención de la violencia digital y del ciberacoso

Las orientaciones elaboradas por la PEM quieren enfatizar también la prevención de la violencia digital y el ciberacoso, promoviendo la concienciación y la educación sobre estos temas tanto para el alumnado como para educadores y también para las familias. Hay que conocer los contenidos de los juegos, de las aplicaciones o de los entornos virtuales y adecuar su uso a la edad que corresponde.
Establecer unas normas de uso resulta indispensable para educar a niños y adolescentes en la cultura digital, y es interesante que, a medida que crezcan, estos acuerdos se hagan de forma consensuada para sea más fácil reconocer si funcionan bien.

Aun así, es tan importante este establecimiento de límites como el modelado, apunta Pinyol, que asegura que “los adultos deben predicar con el ejemplo. No podemos olvidar que la generación que somos padres y madres, abuelos o profesores hoy, hemos aprendido sobre la marcha a usar móviles y redes, o a construir nuestra identidad digital y, por ello, es relevante que seamos igual de capaces de regular el uso que hacemos de las redes, el pretexto que justifica que utilicemos el móvil o no en un espacio de ocio familiar, por ejemplo, o el tiempo que le dedicamos”.

Por último, las recomendaciones también quieren incidir en las posibles conductas de riesgo. Cuando se detecten, se puede pedir ayuda y contactar con personas expertas, dando por sentado que “nadie está exento de estos riesgos y ser consciente de ello también es una buena prevención”, recuerda Pinyol.

La Plataforma para la Educación Mediática

La PEM, que fue creada en 2019, es una plataforma impulsada por el CAC que reúne a 67 grupos de interés (colegios profesionales, fundaciones, empresas y académicos) y tiene como objetivo facilitar que los jóvenes y los adultos adopten una visión crítica hacia los contenidos que difunden los medios de comunicación, con especial acento en los nuevos medios digitales